El informe “Una vida derribando fronteras. Mujeres negroafricanas y derechos humanos en Andalucía” revela la discriminación, acoso y violencia social y machista que sufren las mujeres migrantes negroafricanas que llegan a España.
Discriminación y Violencia
La investigación se elaboró gracias a los testimonios de 26 mujeres residentes en Andalucía, y fue financiada por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo y en la misma, se puede observar la discriminación, acoso y violencia que sufren las mujeres migrantes negroafricanas en España. Solo el 4,72% de los visados concedidos en 2018 fueron para personas nacidas en África Negra, y apenas el 0,17% para mujeres. Esta realidad dificulta su acceso a derechos básicos.
Concepto de ‘Racimachismo’
Las mujeres migrantes negroafricanas enfrentan un contexto de racismo y machismo, denominado «racimachismo», y sufren desprotección y abandono por parte de las instituciones españolas.
Migración Irregular
Debido a las dificultades para obtener visados, muchas recurren a la migración irregular, poniendo en riesgo sus vidas y las de sus hijos. La regularización administrativa puede tardar hasta 10 años, requiriendo tres años de residencia y un contrato de trabajo de un año, lo cual es casi imposible de cumplir.
Barreras en el Acceso a Derechos
La irregularidad administrativa las expone a agresiones, estafas, y denegación de ayudas y formación. Les impide alquilar viviendas y viajar a su país de origen. Las mujeres señalan que ser mujer, migrante, negra y africana afecta negativamente su acceso a derechos en España, y enfrentan más obstáculos en el empleo.
Falta de Apoyo Institucional
Muchas mujeres se encuentran solas con hijos y sin una red de apoyo. La falta de ayuda institucional incrementa su vulnerabilidad y dificulta su inserción laboral y acceso a prestaciones por hijos a cargo. La irregularidad genera una situación de angustia permanente y temor a perder la custodia de sus hijos.
Identidad y Resistencia
Pese al rechazo, las mujeres destacan la importancia de valorar su propia cultura y reconocerse como negroafricanas y andaluzas, integrando sus distintas identidades.
En conclusión, el informe subraya la necesidad de incrementar el número de visados de búsqueda de empleo para personas negras de origen africano y modificar los requisitos de regularización para mejorar el acceso a derechos de estas mujeres.